Ave me llamo Varinia:
Soy una esclava del señor Marcellus que sirve la comida a los gladiadores. Hay un chico que se llama Marcus y es muy amable y muy simpatico. Pero no le dejan estar conmigo. Hoy han venido visitas a ver al amo y yo he tenido que llevarles la bebida, y el señor Sempronius se me ha quedado mirando, pero luego su mujer, Elena, le ha girado la cara y menos mal porque casi se le cae la baba, y cuando he ido a llevarles las bebidas el otro señor me ha levantado el vestido y le he tirado la copa encima, le he dicho que había sido sin querer aunque no era verdad. El señor Marcellus me ha vendido al señor Sempronius y luego su mujer ha pedido un combate a muerte y a elegido a Marcus y a Crixus, pero a mí no me han dejado verlo y no se lo que abra pasado con Marcus, pero no me han dejado despedirme ni nada y puede ser que no lo vuelva a ver. Y por eso le escribo esta carta:
Ave Marcus:
Soy Varina y lo único que te quería decir era lo mucho que te quiero y que puede ser que nunca nos volvamos a ver, pero yo siempre te recordaré, me han vendido al señor Sempronius y me voy con él mañana por la mañana y puede ser que sea mi último ADIÓS.
Con cariño Varina.
Y este ha sido mi último adiós para mi vida, ahora empezaré una nueva vida muy lejos de aquí.
¡Adiós!
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